Alla por los años 80 hicimos un viaje a Vilavella, y por la mitad del camino paramos a comer. No se nos ocurrio otra cosa que comer una fabada Asturiana y de postre flan de huevo. Los componentes eramos, pepe mi hermano, el tio de Amador, (Domingo da Castela) yo personalmente. Despues de recorrer unos 100 km se siente el primer estruendo a nombre de Castela y despues todos en una unión como una orquesta. Fue tal el gas que creimos morir dentro del 850. Que por cierto era pleno invierno y logicamente las ventas las abrimos para no morir de tal pestazo. Es hoy que lo estoy escribiendo y me meo de risa.
Un saludo
Un saludo