Mas de uno de los allí presentes le harían el mismo ofrecimiento, mas que nada pensando en hacerle un favor, ¡oye, un carro de estrume se pudre en dos meses y un hijo es para toda la vida!. Supongo que el muchacho se lo tendría que pensar y valorar todas las posivilidades antes de cerrar el trato.
Que no falte el buen humor.
Saludos.
Que no falte el buen humor.
Saludos.