Creo que la mayoria, teneis en la mente cuando por la tarde noche se recogia el ganado (Ovino) y que bonito en la mitad de la plaza cada uno se dirigia a su pesebre nada mas ver al dueño o dueña. El olor a campo y ovino lo tengo gravado en mi mente. Otra cosa maravillosa la cual daria cualquier cosa por sentir los carros sonar a kilometros. La competición por ver cual tenia mas sonido y se sentia mas lejos. Direis que soy un melancólico, pero quiero abrir un tema en el cual muchos podeis opinar y los demas como yo ha aprender, porque yo en el pueblo pase poco tiempo y quiero que alguien que sepa de estas cosas nos explique, de ante mano os lo agradeceria.
Espero que de aqui en adelante se hablen muchas cosas de nuestro pueblo, gracias.
Un abrazo para todos.
Espero que de aqui en adelante se hablen muchas cosas de nuestro pueblo, gracias.
Un abrazo para todos.
¡Ahí estamos, Manolo!: Esto es de lo que hay que hablar mayoritariamente.
Como bien dices, cada una de las "cabezas (ovejas ó cabras) se dirigían a sus respectivos corrales, aunque los dueños no fueran a esperar al rebaño. Pero había ocasiones en que se producía un verdadero espectáculo, esto solía pasar en la primavera cuando salían al monte por primera vez las corderas jóvenes, y por esta razón no sabían el camino que deberían tomar. Estas, llevaban unas marcas en las orejas que le quedarían para toda su vida; oreja cortada, oreja rajada, camba por delante, camba por detrás, etc., pero que en mitad del rebaño era muy dificil reconocer, es ahí donde empezaba el espectáculo, al meterse l@s dueñ@s al rebaño para guiar cada uno las suyas, pero espantando a las de los demás, ocasionando riñas que incluso a veces se llegaba a las manos; para regocijo de los que nos econtrábamos mirando.
Lo del carro te lo cuento mañana: (si no me lo roban esta noche cuando duerma)
Un abrazo (como el que te dí en la plaza).
Como bien dices, cada una de las "cabezas (ovejas ó cabras) se dirigían a sus respectivos corrales, aunque los dueños no fueran a esperar al rebaño. Pero había ocasiones en que se producía un verdadero espectáculo, esto solía pasar en la primavera cuando salían al monte por primera vez las corderas jóvenes, y por esta razón no sabían el camino que deberían tomar. Estas, llevaban unas marcas en las orejas que le quedarían para toda su vida; oreja cortada, oreja rajada, camba por delante, camba por detrás, etc., pero que en mitad del rebaño era muy dificil reconocer, es ahí donde empezaba el espectáculo, al meterse l@s dueñ@s al rebaño para guiar cada uno las suyas, pero espantando a las de los demás, ocasionando riñas que incluso a veces se llegaba a las manos; para regocijo de los que nos econtrábamos mirando.
Lo del carro te lo cuento mañana: (si no me lo roban esta noche cuando duerma)
Un abrazo (como el que te dí en la plaza).
