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A VILAVELLA: Claro, como no voy a acordarme de esa época, y posteriores,...

Claro, como no voy a acordarme de esa época, y posteriores, si nosotros cocíamos en ese horno cada quice ó veinte días, durante todo el año; además como lo tenía a escasos cuarenta metros de casa, cada vez que cocía alguien amigo de la familia, pues ahí estábamos, absortos, contemplando las diferentes siluetas que producían aquellas llamas de múltples colores, el "rechinar" de la leña, generalmente de xestas, por ser mas abundante, aunque la urz apuraba mas y dejaba mejor brasero al final.
Había unos pocos detalles a cuidar, para que al final obtuviéramos una buena hornada: La leña debía estar seca, no hacer mucho acopio dentro del horno, para que la llama fuera siempre"limpia", se movía por todo el suelo, de esta forma la bóbeda de piedra se calentaba toda por igual. Era necesario encontrar la temperatura ideal; esto era fundamental, porque si estaba muy "roxo"quemaba el pan, por el contrario, si quedaba bajo de temperatura no lo cocía. A ti, Vicuña, y a alguna gente mas, te sorprenderá el metodo utilizado: simplemente la vista.-"Se sabía el punto de temperatura exacto por el color de las piedras de la bóbeda"-.
Alguna gente también tiraba un poco de harina en el interior, por el tiempo que tardaba en quemarse, también se controlaba.
¿Estaré haciéndome viejo?, cuento muchas cosas de antes, y..."dicen" que es el primer paso. Bueno, pues tendremos en cuenta el proverbio alemán que dice:"Los árboles mas viejos, dan los frutos mas dulces".
Pues eso.
SAludos.