Sabiendo que estos dias ha nevado en Padornelo y viendo las fotos de las grandes nevadas de este invierno me vienen a la memoria muchas aventuras de nieve en los montes de Vilavella. Con grandes nevadas no habia mucho que hacer; partir leña, llevar hierba y paja para la cuadra, entre cuatro y cinco, aprxt., sacar las vacas a beber al "pozo do forno"y poco mas.
Ese dia le dije a mi padre (D. E. P.) que las sacara el, que yo había quedado con mi amigo "gafas" (D. E. P.) para ir a dar una vuelta a la "Zureira". De esto hará unos 35 años. Sobre las tres y media ó cuatro salimos por la"Rigueiriña"para cruzar el rio (muy crecido) por el puente del "Recubeiros". Estando en la montaña y en vez de subir por el cortafuegos que tenníamos en frente quisimos hacerlo mas dificil y nos fuimos al siguiente el de la "Ribeira da Canda. La nevada era grande, solo se veían los árboles altos, el monte bajo estaba doblado debajo de ese manto blanco por el que "caminábamos". Yo, como tenía mas experiencia, iba delante y él sobre mis pasos; de repente oigo gritar pidiendo auxilio, miro y no veo nada, se había hundido quedando colgado por los brazos, solo se le vía la cabeza,él seguía pidiendo auxilio... pero a carcajada limpia pues los dos sabíamos que no habia ningún peligro por el conocimiento que teníamos del terreno. Nos costó salir de ahí, no por las dificultades, si no por las risas. Continuamos subiendo hasta llegar a la primera pista para regresar, pues teníamos mucho camino y mucha nieve por delante y las tardes de invierno no dan para mucho. En esto que vimos un "rastro" fresco de un corzo que cruzaba la pista e intentamos seguirlo pero como cada vez se alejaba mas y en dirección a lo alto de la montaña decidimos dejarlo y regresar. Sabia decisión: llegamos a casa de noche con la lógica preocupación de nuestros familiares. Pero lo hemos pasado bien. Un saludo.
Ese dia le dije a mi padre (D. E. P.) que las sacara el, que yo había quedado con mi amigo "gafas" (D. E. P.) para ir a dar una vuelta a la "Zureira". De esto hará unos 35 años. Sobre las tres y media ó cuatro salimos por la"Rigueiriña"para cruzar el rio (muy crecido) por el puente del "Recubeiros". Estando en la montaña y en vez de subir por el cortafuegos que tenníamos en frente quisimos hacerlo mas dificil y nos fuimos al siguiente el de la "Ribeira da Canda. La nevada era grande, solo se veían los árboles altos, el monte bajo estaba doblado debajo de ese manto blanco por el que "caminábamos". Yo, como tenía mas experiencia, iba delante y él sobre mis pasos; de repente oigo gritar pidiendo auxilio, miro y no veo nada, se había hundido quedando colgado por los brazos, solo se le vía la cabeza,él seguía pidiendo auxilio... pero a carcajada limpia pues los dos sabíamos que no habia ningún peligro por el conocimiento que teníamos del terreno. Nos costó salir de ahí, no por las dificultades, si no por las risas. Continuamos subiendo hasta llegar a la primera pista para regresar, pues teníamos mucho camino y mucha nieve por delante y las tardes de invierno no dan para mucho. En esto que vimos un "rastro" fresco de un corzo que cruzaba la pista e intentamos seguirlo pero como cada vez se alejaba mas y en dirección a lo alto de la montaña decidimos dejarlo y regresar. Sabia decisión: llegamos a casa de noche con la lógica preocupación de nuestros familiares. Pero lo hemos pasado bien. Un saludo.