Pepita, tienes razón, aquellas noches de invierno se hacían eternas; desde poco mas de las seis de la tarde era casi de película de terror; nieve, viento, muchas veces sin luz, algún ladrido de perro acallado por el efecto de la nieve... Recuerdo haber visto una plícula, supongo que sería en el bar, antes de tener nuestra primera televisión, una " RADIOLA". Se trataba de Lobos. No recuerdo el título ni el lugar donde se desarrollaban los hechos, pero si reflejaba muy bien esa realidad. Ahora te hago una pequeña maldad: Imagínate un dia con una buena nevada, un Sol reluciente, si una nube que le moleste, contemplando el pueblo desde la "ZUREIRA"tratando de averiguar que casa es aquella,? y la de mas arriba?, el humo de las chimeneas difuminándoes en el horizonte... ¡Una preciosa postal de Navidad!. Realmente im-pre-sio-nan-te. Para.. para que vas amojar el teclado. Besos.