Torres de la Catedral de Santa María, LUGO

La catedral de Santa María de Lugo es un templo católico, sede episcopal de la diócesis de Lugo, ubicado en la ciudad homónima, en Galicia (España).

En 2015, en la aprobación por la Unesco de la ampliación del Camino de Santiago en España a «Caminos de Santiago de Compostela: Camino francés y Caminos del Norte de España», fue incluida como uno de los 21 elementos inscritos a título individual.​

Historia
Se carece de noticias de lo que pudo haber sido la primera iglesia de Lugo desde su temprana evangelización, posiblemente en el siglo I, hasta los tiempos del obispo Odoario, a mediados del siglo VIII.

Sabemos que este obispo, a quien evoca un acróstico medieval en una piedra colocada sobre la puerta interior oriental de acceso al templo, llevó a cabo la restauración del edificio entonces preexistente.

Por un diploma de Alfonso II, fechado el 27-III-832, conocido a través de una redacción posiblemente interpolada más tarde, sabemos que la catedral odoariana era un edificio de gran belleza, por lo que el Rey Casto lo adoptó como modelo para construir la catedral de Oviedo.

En el primer tercio del siglo XII el edificio se hallaba en unas condiciones tales que obligaron al obispo Pedro III con su cabildo y otras personas notables de la ciudad a concertar en 1129 con el maestro Raimundo la construcción de un nuevo templo conforme al estilo arquitectónico entonces imperante, el Románico.

La catedral actual es, por tanto, de estilo predominantemente románico; su construcción se inició en 1129 y finalizó en 1273. Fue diseñada por el maestro Raimundo de Monforte y dedicada a Santa María, en su advocación de la Virgen de los Ojos Grandes.

Una de sus joyas más destacadas es el retablo mayor, obra de Cornelis de Holanda, dañado a consecuencia del Terremoto de Lisboa de 1755. Tras ello se decidió dividirlo en varios fragmentos, los dos mayores de los cuales se encuentran actualmente en ambos extremos de la nave de crucero.

La catedral posee el privilegio papal de exposición permanente del Santísimo Sacramento, de ahí el cáliz y la hostia que aparecen en el escudo de la ciudad con la leyenda Hic hoc misterivm fidei firmiter prifitemvr (Creemos con fidelidad en este misterio), en referencia al misterio de la Eucaristía y que se trasladó al propio escudo de Galicia. Es Patrimonio Mundial de la Humanidad desde el año 2015, declarada por la UNESCO. Este hecho hace que se denomine a Lugo como la ciudad del Sacramento.

Características

La catedral presenta una planta de cruz latina con tres naves, crucero y girola con cinco capillas absidales.

La nave mayor se cubre con bóveda de cañón apuntado y los laterales con bóveda de cañón y arista, de nervios en el crucero, y bóveda de cañón con lunetos en el triforio. Las ventanas del triforio son de arco agudo o apuntado al interior y al exterior.

A la izquierda de la entrada a la catedral está la Torre Vieja, gótica, rematada por un cuerpo de campanas renacentista, obra de Gaspar de Arce en 1571.

En la Plaza de Santa María, en la cabecera de la catedral, se ubica un crucero de fecha desconocida, en el tramo que va entre la torre-campanario y la capilla de la Virgen de los Ojos Grandes.

Estilos
Son románicos los paramentos verticales y bóveda de la nave del crucero, lo mismo que la mayor parte de la nave mayor, laterales y triforio, cuyas bóvedas fueron rehechas en el siglo XVIII.

Pertenecen al Gótico el primer cuerpo de la capilla mayor y la girola con sus capillas absidales adosadas (1320-1360), exceptuada la central, así como las antiguas de Santo Domingo de los Reyes (1370) y San Froilán (1480), que actualmente forman la llamada del Pilar, además del primer cuerpo de la torre de las campanas (hacia 1570 o antes) y el nártex o pórtico norte (1510-1530), no así la portada.

Son renacentistas el segundo cuerpo de la capilla mayor y la actual capilla de San Froilán; al Barroco pertenecen la sacristía (1678), la sala capitular y sus aledaños (1683), el claustro (1714) y la capilla central de la girola, llamada de los Ojos Grandes (1726).

La fachada principal, por su parte, corresponde a un proyecto en estilo neoclasicista de finales del siglo XVIII, cuyo autor fue Julián Sánchez Bort. Este proyecto se mueve en la órbita de lo que Ventura Rodríguez propuso para la fachada de la catedral de Pamplona, que a su vez recoge el esquema de iglesia torreada propuesto por Serlio. La conclusión de la fachada tuvo lugar a finales del siglo XIX, con el remate de las dos torres. Estas corresponden a un diseño de Nemesio Cobreros inspirado en el proyecto original de Sánchez Bort.