En la entrañable y emblemática plaza de Quintana de Mortos, SANTIAGO DE COMPOSTELA

En la esquina próxima a la Puerta Real de la Catedral de Santiago se levanta una de las graníticas tomas de tierra de los pararrayos catedralicios. Si hacemos una visita nocturna a este rincón nos encontraremos, por el efecto mágico de la iluminación noctámbula, con la sombra de un peregrino histórico con su sombrero y su bordón que parece estar esperándonos hasta el amanecer.