La prosperidad del cabildo catedralicio y de los monasterios hizo de Santiago un centro artístico puntero. En un primer momento comenzaron a trabajar en el taller de la Catedral una serie de maestros de obras y arquitectos foráneos, como el madrileño José Vega y Verdugo, el portugués Francisco de Antas, el abulense José Peña de Toro, el cántabro Melchor de Velasco o el Arquitecto Real Pedro de la Torre.
(13 de Septiembre de 2020)

Colabora para mantener este proyecto >>