Así dice el dicho que todos los gallegos conocemos y sabemos que nos es obligado peregrinar a este punto mágico de la geografía gallega. Aquí todos sabemos que el que no vaya al
santuario de
San Andrés en vivo, lo tendrá que hacer en la otra vida en forma de
insecto u otro animal reptante antes de que el alma sea liberada. Por ello es obligada la visita a este templo, dicen que
puerta a otra dimensión. Por esto, prestemos especial atención a los pequeños animales que nos encontremos en la ruta pues ellos podrían ser almas en el purgatorio en su
camino hacia San Andrés …