LA NOCHE SE VINO ENCIMA
Entre las nubes preciosas
que en Miño brillan sin penas,
se viven horas dichosas
pisando grandes arenas.
La noche vino deprisa
por su Playa tentadora,
y a la vez llegó la brisa
sin ver que nadie lo implora.
La Playa Grande de Miño
con sus arenas templadas,
pueden guardar el cariño
de las tardes anheladas.
La noche cerro esperanzas
entre sombras que acechaban,
eran horas de templanzas
que entre luces se bañaban.
La noche cierra caminos
cuando las voces se callan,
y los perros adivinos
dicen que entonces si ladran.
Un podenco va ladrando
sobre esas tierras gallegas,
sus ecos llegan sonando
cuando los toldos se pliegan.
En la noche silenciosa
sin existir cosas raras,
la vida parece hermosa
escuchando cosas claras.
El podenco va brillando
por esos bellos caminos,
en sus pasos va dejando
las sombras de serios signos.
La noche no se detiene
en esa playa gozosa,
es una fuerza que viene
haciendo la noche hermosa.
G X Cantalapiedra.
Entre las nubes preciosas
que en Miño brillan sin penas,
se viven horas dichosas
pisando grandes arenas.
La noche vino deprisa
por su Playa tentadora,
y a la vez llegó la brisa
sin ver que nadie lo implora.
La Playa Grande de Miño
con sus arenas templadas,
pueden guardar el cariño
de las tardes anheladas.
La noche cerro esperanzas
entre sombras que acechaban,
eran horas de templanzas
que entre luces se bañaban.
La noche cierra caminos
cuando las voces se callan,
y los perros adivinos
dicen que entonces si ladran.
Un podenco va ladrando
sobre esas tierras gallegas,
sus ecos llegan sonando
cuando los toldos se pliegan.
En la noche silenciosa
sin existir cosas raras,
la vida parece hermosa
escuchando cosas claras.
El podenco va brillando
por esos bellos caminos,
en sus pasos va dejando
las sombras de serios signos.
La noche no se detiene
en esa playa gozosa,
es una fuerza que viene
haciendo la noche hermosa.
G X Cantalapiedra.