LA CORUÑA BUSCANDO LA MADRUGADA
Entre brisas marineras
quieres divisar caminos,
con gestas aventureras
vives los sueños más finos.
La ciudad vive durmiendo
entre sueños entendidos,
La Coruña va sintiendo
muchos anhelos perdidos.
Cuando buscas la alborada
en sus calles armoniosas,
sientes la noche encantada
entre brisas temblorosas.
La Coruña despertando
de sus noches sosegadas,
semáforos que brillando
ven las calles adornadas.
Coches que corren sus calles
entre sombras peregrinas,
que dejan ciertos detalles
que recuerdan las colinas.
El mar se ve mensajero
de leyendas y pasiones,
la noche quema dinero
mientras desprecia razones.
La Coruña tiene brillos
de semáforos brillantes,
que no pueden ser sencillos
ni sentirse delirantes.
La noche marca sus rutas
sin lamentos pasajeros,
sus costumbres absolutas
son de gastar los dineros.
Sentir Coruña en la noche
mientras miramos al cielo,
es vivir ese derroche
de mar que te da consuelo.
G X Cantalapiedra.
Entre brisas marineras
quieres divisar caminos,
con gestas aventureras
vives los sueños más finos.
La ciudad vive durmiendo
entre sueños entendidos,
La Coruña va sintiendo
muchos anhelos perdidos.
Cuando buscas la alborada
en sus calles armoniosas,
sientes la noche encantada
entre brisas temblorosas.
La Coruña despertando
de sus noches sosegadas,
semáforos que brillando
ven las calles adornadas.
Coches que corren sus calles
entre sombras peregrinas,
que dejan ciertos detalles
que recuerdan las colinas.
El mar se ve mensajero
de leyendas y pasiones,
la noche quema dinero
mientras desprecia razones.
La Coruña tiene brillos
de semáforos brillantes,
que no pueden ser sencillos
ni sentirse delirantes.
La noche marca sus rutas
sin lamentos pasajeros,
sus costumbres absolutas
son de gastar los dineros.
Sentir Coruña en la noche
mientras miramos al cielo,
es vivir ese derroche
de mar que te da consuelo.
G X Cantalapiedra.