ARES: Que fortuna la de aquel que según su hucha le decían...

Que fortuna la de aquel que según su hucha le decían miserable pero que en la mesa que fuera siempre había un lugar para él, por que así muchos lo deseaban
Su mayor logro en la vida había sido dejar aparcada la vanidad insistiendo en cultivar la sabiduría que le marcaba el camino que una gran mayoría omite prefiriendo recurrir a los atajos y así les va.
Viviendo una vida llena de artificios solo por el que dirán
Habiendo perdido la capacidad de recrearse en la felicidad por el simple hecho de disfrutar como vuelan los pájaros y que hermosa es la naturaleza cuando de su más elemental manifestación te queda capacidad para disfrutarla
Eso sí es haber alcanzado la fortuna sin aguardar a escuchar a ver que es lo que dicen los necios, embargados por la miseria de la permanente insatisfacción
A alguien siempre tienen que envidiar y por esto  le atormentan los agravios comparativos.
Pobre gente
Pronto regresaré a Ares, y en los largos paseos que su entorno me ofrece, me recrearé con aquella gente que ya no está y que en mi mente está presente produciéndome felicidad y que curiosidad,; es la gente más humilde y siempre dispuesta a dar lo que ella misma no tenía, esa misma gente que valoraba la presencia de aquel que siempre tenía que contar y encontraba el calor en donde otros solo frío.
Siempre está y estará presente aquella gente de aquellas épocas difíciles y con aquellos valores que en muchos casos sí los había y que ahora ya no existen, a no ser que una mayor hecatombe termine por ponernos a cada uno en su sitio
Será el fracaso de la humanidad pero el éxito de los individuos.