ARES: De la huerta de Vilar límite con el desaparecido campo...

De la huerta de Vilar límite con el desaparecido campo de fútbol, asomaban unos viejos árboles de ciruelas conocidas como bolsas de agua que en su momento de sazón, su brillante color amarillo que para los furtivos de entonces eran una tentación.
En otras huertas unas manzanas rojas de carne blanca y betas rojas y exceleste sabor jamás las vi en nigún mercado, y unas manzanos que entre otoño e invierno producían unas manzanas que conocíamos cómo perucos de brillante piel verde con carnosidad blanca y jugosa, su sabor era fresco y exquisito, tambien manzanas santiaguesas que aunque ahora se ven carecen de aquella testura, a partir de la central de Puentes y por efecto de la contaminacíón por lluvia ácida aquellos árboles fruto de los viejos esperíos en el arte del injerto fueron desapareciendo sin volverse a recuperar y de verdad que.
es una pena.
La huerta del cura cuya parte de superficie fue expropiada para realizar una construcción era rica y abundante en frutales mimada por las manos de algún agricultor que no recuerdo quién