Victoria, corrijo mi herror, de "peotisa " por poetisa, pido disculpas, siempre algo se nos cuela.....
Hola Vic, a partir de ahora te voy a llamar la peotisa trasumante... por que llevas de pueblo en pueblo tus poesia, esto con el mejor sentido
y muchas gracias por tu visita, ya ves los paisanos no entran.. por lo menos a escribir. pero no importa asi como tu en tu pueblo yo`sigo aunque muchas veces en soledad, pero siempre habra alguien de quien se reciva una alegria.
Un abrazo y cuidate mucho.
Que mires más allá de mí,
que me ames con violenta prescindencia
del mañana, que el grito
de tu entrega se estrelle
en la cara de un jefe de oficina,
y que el placer que juntos inventamos
sea otro signo de la libertad.
Buenas noches Ana ...
Fui una letra de tango
para tu indiferente melodía.
Una carta de amor
Todo lo que de vos quisiera
es tan poco en el fondo
porque en el fondo es todo
como un perro que pasa, una colina,
esas cosas de nada, cotidianas,
espiga y cabellera y dos terrones,...
Me diste la intemperie,
la leve sombra de tu mano
pasando por mi cara.
Me diste el frío, la distancia,
el amargo café de medianoche
entre mesas vacías.
Siempre empezó a llover
en la mitad de la película,
la flor que te llevé tenía...
Hola Vic, a partir de ahora te voy a llamar la peotisa trasumante... por que llevas de pueblo en pueblo tus poesia, esto con el mejor sentido
y muchas gracias por tu visita, ya ves los paisanos no entran.. por lo menos a escribir. pero no importa asi como tu en tu pueblo yo`sigo aunque muchas veces en soledad, pero siempre habra alguien de quien se reciva una alegria.
Un abrazo y cuidate mucho.
Que mires más allá de mí,
que me ames con violenta prescindencia
del mañana, que el grito
de tu entrega se estrelle
en la cara de un jefe de oficina,
y que el placer que juntos inventamos
sea otro signo de la libertad.
Buenas noches Ana ...
Fui una letra de tango
para tu indiferente melodía.
Una carta de amor
Todo lo que de vos quisiera
es tan poco en el fondo
porque en el fondo es todo
como un perro que pasa, una colina,
esas cosas de nada, cotidianas,
espiga y cabellera y dos terrones,...
Me diste la intemperie,
la leve sombra de tu mano
pasando por mi cara.
Me diste el frío, la distancia,
el amargo café de medianoche
entre mesas vacías.
Siempre empezó a llover
en la mitad de la película,
la flor que te llevé tenía...