VILLAR DE PLASENCIA: La primera vez que vine a esta tierra yo tenía 20 años,...

La primera vez que vine a esta tierra yo tenía 20 años, era soltero y mi novia era del Villar, ella vivía en Valencia, pero vino a pasar el verano a su tierra, y allí que fui yo con mi Montesa “Impala”.
Las calles estaban enlosadas con grandes canchos que posteriormente fueron enterrados con hormigón en pos de la prosperidad. (¡Que pena!)
A la primera persona que conocí fue a su abuela Valentina a la que Pili adoraba y que vivía en la calle Real, donde ahora viven Nano y Juanita. Entonces era una casa de las más antiguas del pueblo, con el suelo de tierra y una sola bombilla eléctrica colgando del techo.
Recuerdo que lo primero que hizo la mujer después de yo presentarme fue poner encima de la mesa un plato con cocido para que comiese.
Y es que es una costumbre muy de Extremadura agasajar ofreciendo comida y hay que aceptar porque negarse es una ofensa, aunque sean personas muy humildes te ofrecen lo mejor que tienen y lo hacen de corazón.
Lo más normal es que saquen productos de la matanza, pero como cosa extraordinaria, madalenas, perronillas y rosetas.
Yo debí caerles bien, porque a pesar mío, casi siempre me obsequian con lo último.