Hola Manuel, impresionante tu relato.
Este verano tuvimos que sacrificar dos perros que teníamos.
Cuando tenían dos meses nos los hecharon por encima de la valla, eran dos hermanos.
Siempre estuvieron juntos en mi casa durante catorce años, nos dieron mucha alegría.
Hace ocho años a Kali la hembra, la picó el mosquito de la lesmania, la curamos con mucho cariño y esfuerzo y sanó. Pero este verano empezó a enfermar y en poco mas de un mes la tuvimos que sacrificar, por que daba pena verla, y nos dijo el veterinario que no tenía remedio.
Athos el macho, murió dos meses después, de pena. No sirvio de nada los mimos, las caricias, que durmiera dentro de casa con nosotros, se dejo ir.
Fue un duelo para mi marido y para mi.
Por Navidad fuimos a un refugio y cogimos un perro, este es un podenco, lo cual quiere decir cazador, pero el pobre no sabe cazar mas que yo, y fue maltratado, lo cogimos lleno de cicatrices.
Cuando lo llevamos a casa iba aterrorizado, nos vomitó en el coche. Cuando mi marido quiso acercarse a el temblaba, se ve que el que le ha maltratado ha sido un hombre. Hoy casi seis meses despues, va acercándose y eso que es el, quien le da de comer.
A mi me adora, paso que doy, paso que da, es mi sombra, y me defiende. Cuando alguien se acerca a la verja ladra como un poseso.
Yo animo que cuando tengais que elegir a un perro, vayais antes a un refugio y que os lleveis uno de ellos, os pagará con un cariño immenso
Este verano tuvimos que sacrificar dos perros que teníamos.
Cuando tenían dos meses nos los hecharon por encima de la valla, eran dos hermanos.
Siempre estuvieron juntos en mi casa durante catorce años, nos dieron mucha alegría.
Hace ocho años a Kali la hembra, la picó el mosquito de la lesmania, la curamos con mucho cariño y esfuerzo y sanó. Pero este verano empezó a enfermar y en poco mas de un mes la tuvimos que sacrificar, por que daba pena verla, y nos dijo el veterinario que no tenía remedio.
Athos el macho, murió dos meses después, de pena. No sirvio de nada los mimos, las caricias, que durmiera dentro de casa con nosotros, se dejo ir.
Fue un duelo para mi marido y para mi.
Por Navidad fuimos a un refugio y cogimos un perro, este es un podenco, lo cual quiere decir cazador, pero el pobre no sabe cazar mas que yo, y fue maltratado, lo cogimos lleno de cicatrices.
Cuando lo llevamos a casa iba aterrorizado, nos vomitó en el coche. Cuando mi marido quiso acercarse a el temblaba, se ve que el que le ha maltratado ha sido un hombre. Hoy casi seis meses despues, va acercándose y eso que es el, quien le da de comer.
A mi me adora, paso que doy, paso que da, es mi sombra, y me defiende. Cuando alguien se acerca a la verja ladra como un poseso.
Yo animo que cuando tengais que elegir a un perro, vayais antes a un refugio y que os lleveis uno de ellos, os pagará con un cariño immenso
