TALAVERUELA: DESDE SU PENA SUS OJOS ME MIRABAN...

DESDE SU PENA SUS OJOS ME MIRABAN

A los niños del mundo que no pudieron reír,
detrás de esa mirada hay mucha vida,
mucha historia personal,
quizá muchas cicatrices,
es posible también una acusación
para nosotros, que permitimos
desde nuestro confort
que exista tanta miseria.
¿Qué podemos leer en la mirada perdida de estos niños?
_ Quizá nos avizoran como los salvadores de su indigencia -
¿Podrán contar con nuestra ayuda para resolver sus males,
sus dolores de vivir marginados?
¿Qué podemos hacer con ellos y para ellos?
Basta con querer, siguiendo la voz de la gracia,
que se llama colaborar.
- Desde su pena sus ojos me miraban -
Tenemos que transformar la alambrada de hiero,
de espino, en una flor olorosa,
y hacerles llegar al lugar de la ilusión.
Un niño es siempre motivo de muchas alegrías.
¿Quién puede dejar de tener esperanza,
cuándo sigue haciéndose verdadera la vida?
Las sonrisas no tienen precio, y lo más importante
es saber que serán muchos los ojos que los verán,
y pensarán en ellos, y se acordarán
de que necesitan nuestra ayuda.
-Aunque no fuera más que la ilusión,
ya bastaría, en un mundo en el que parece
en que todos nos esforzamos en que se pierda.
Será el fruto de un trabajo solidario,
nosotros podemos colaborar también con ellos.
Nuestra mano generosa puede serles útil
en un esfuerzo común …
Síntoma de corazón y de ilusiones,
esperanza de solidaridad, y de ayuda.
Desde su pena sus ojos me miraban …

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Con un abrazo de Manuel de Viegu