Buenas tardes, mis estimados paisanos extremeños de Talaveruela. Como esta tarde tengo un tiempo muerto en lo laboral, quiero enviaros este nuevo mensaje a todos los del foro (Ñirre, Jack, Amapola, Juan Carlos... y todos esos/as que escriben poemas en el foro, enriqueciendo el contenido de éste, y que leo con deleite.
Jack, tienes razón en lo que me preguntas y te respondo de forma afirmativa. En cuanto a que las mujeres son más "sensibles" para componer poemas..., no estoy de acuerdo contigo; no se puede generalizar porque hay muchos tipos de poesía. Puede que las mujeres expresen mejor en los poemas de sentimientos amorosos, de las experiencias personales propias, del mundo interior, del intimismo..., pero hay hombres de gran sensibilidad (Lorca, Machado, Juan R. Jiménez, Miguel Hernández... y un gran etc.) que, además de ser "sensibles" tienen una gran garra, una gran capacidad, una gran fuerza expresiva para expresar unos sentimientos comunes, altruistas, propios y ajenos. La poesía femenina es más personal, más propia y egocéntrica y más tibia o descafeinada... ¿No lo crees tú así? Sí que he pensado enseñar poesía; quise hacerlo en mi pueblo natal (Jaraicejo/Cáceres); pero..., por lo que comprobé, no parecía interesarles mucho y hasta me criticaban que yo compusiera poemas... Ellos tienen otros intereses más prosaicos (cartas, caza, alterne, el "panem et circense", etc.). Tuve que desistir y seguir a solas por mi angosta senda poética.
Muchas gracias, Ñirre, por colgar esos dos poemas míos en vuestro foro. Tampoco mi padre jugaba a las cartas y también mi madre me tuvo a mí, que tuve que emigrar del pueblo natal hacia Suiza y Cataluña para ganarme el "panem nostrum
quotidianum" (el pan nuestro de cada día).
Aquí os envío un poema de uno de los grandes culpables de los males de nuestra tierra (el cacique, un microbio social). Por eso, lo subtitulo "Microbiografía de un cacique extremeño en rima nasal" (lo de "nasal" es porque estábamos hasta las "narices" de ellos en tiempos no tan remotos).
Muchas gracias, Amapola, por las todas las fotos que has enviado a mi amigo, que está contentísimo. Solo le falta una: la que está en la bóveda de la iglesia
de Valverde, creo que es una especie de rosetón con el escudo heráldico de los Zúñigas... A ver si podéis conseguírsela y se la enviáis.
Saludos cordiales y amistosos de vuestro paisano y amigo
Wenceslao Mohedas Ramos
Jaraicejo (Cáceres) / Barcelona
DON ADÁN EN SU EDÉN
(microbiografía de un cacique
extremeño en rima nasal (*)
Conocí muy de cerca a don Adán
y su vida vivida a todo tren,
un modelo del mal en este edén,
nuestro mundo... ¡perdón!- el de Satán.
Un cacique parásito, holgazán,
desalmado, su alma era almacén
de viciosos placeres, un harén
donde hacía funciones de sultán.
Por tener por el mango la sartén,
disfrutaba favores si afán,
sin sudor por su vino y por su pan,
con su renta y... su amante por amén.
La existencia alterada de algún gen
le alteraba en excéntrico trajín;
cultivaba del alma en el jardín
el rencor y la envidia y el desdén...
Le gustaba vivir a tutiplén,
emulando a la gente de postín
en sus modos y modas, figurín
con figura de adorno de un belén.
Por concepto festivo, tal festín,
de este efímero mundo como un don,
convertía su vida en un bidón
por llenar... con el máximo botín.
Corazón con durezas de adoquín,
incapaz de piedad y de perdón,
cuyas zonas profundas de su hondón
la negrura imitaban del hollín.
Su voraz pesadez de moscardón
la empleaba tan sólo para algún
interés amoroso sin runrún:
la mujer... ¡su precioso galardón!
Consumiose la cera, el algodón
de la vela -la vida- tan común
de este ser con entrañas de betún,
un cacique extremeño comodón.
Derrochó tantos años al tuntún
entre enredos y faldas, de fardón
y acabó contra un duro paredón,
enlatado en su coche tal atún.
Dos campanas transmiten sin nigún
escozor la noticia en su din-dan
que este edén abandona don Adán
tras hacer tanto mal al bien común.
Wenceslao Mohedas Ramos
(*) Poema publicado en la antología
"Extremadura desde la ausencia"
que edita la Junta de Extremadura.
Jack, tienes razón en lo que me preguntas y te respondo de forma afirmativa. En cuanto a que las mujeres son más "sensibles" para componer poemas..., no estoy de acuerdo contigo; no se puede generalizar porque hay muchos tipos de poesía. Puede que las mujeres expresen mejor en los poemas de sentimientos amorosos, de las experiencias personales propias, del mundo interior, del intimismo..., pero hay hombres de gran sensibilidad (Lorca, Machado, Juan R. Jiménez, Miguel Hernández... y un gran etc.) que, además de ser "sensibles" tienen una gran garra, una gran capacidad, una gran fuerza expresiva para expresar unos sentimientos comunes, altruistas, propios y ajenos. La poesía femenina es más personal, más propia y egocéntrica y más tibia o descafeinada... ¿No lo crees tú así? Sí que he pensado enseñar poesía; quise hacerlo en mi pueblo natal (Jaraicejo/Cáceres); pero..., por lo que comprobé, no parecía interesarles mucho y hasta me criticaban que yo compusiera poemas... Ellos tienen otros intereses más prosaicos (cartas, caza, alterne, el "panem et circense", etc.). Tuve que desistir y seguir a solas por mi angosta senda poética.
Muchas gracias, Ñirre, por colgar esos dos poemas míos en vuestro foro. Tampoco mi padre jugaba a las cartas y también mi madre me tuvo a mí, que tuve que emigrar del pueblo natal hacia Suiza y Cataluña para ganarme el "panem nostrum
quotidianum" (el pan nuestro de cada día).
Aquí os envío un poema de uno de los grandes culpables de los males de nuestra tierra (el cacique, un microbio social). Por eso, lo subtitulo "Microbiografía de un cacique extremeño en rima nasal" (lo de "nasal" es porque estábamos hasta las "narices" de ellos en tiempos no tan remotos).
Muchas gracias, Amapola, por las todas las fotos que has enviado a mi amigo, que está contentísimo. Solo le falta una: la que está en la bóveda de la iglesia
de Valverde, creo que es una especie de rosetón con el escudo heráldico de los Zúñigas... A ver si podéis conseguírsela y se la enviáis.
Saludos cordiales y amistosos de vuestro paisano y amigo
Wenceslao Mohedas Ramos
Jaraicejo (Cáceres) / Barcelona
DON ADÁN EN SU EDÉN
(microbiografía de un cacique
extremeño en rima nasal (*)
Conocí muy de cerca a don Adán
y su vida vivida a todo tren,
un modelo del mal en este edén,
nuestro mundo... ¡perdón!- el de Satán.
Un cacique parásito, holgazán,
desalmado, su alma era almacén
de viciosos placeres, un harén
donde hacía funciones de sultán.
Por tener por el mango la sartén,
disfrutaba favores si afán,
sin sudor por su vino y por su pan,
con su renta y... su amante por amén.
La existencia alterada de algún gen
le alteraba en excéntrico trajín;
cultivaba del alma en el jardín
el rencor y la envidia y el desdén...
Le gustaba vivir a tutiplén,
emulando a la gente de postín
en sus modos y modas, figurín
con figura de adorno de un belén.
Por concepto festivo, tal festín,
de este efímero mundo como un don,
convertía su vida en un bidón
por llenar... con el máximo botín.
Corazón con durezas de adoquín,
incapaz de piedad y de perdón,
cuyas zonas profundas de su hondón
la negrura imitaban del hollín.
Su voraz pesadez de moscardón
la empleaba tan sólo para algún
interés amoroso sin runrún:
la mujer... ¡su precioso galardón!
Consumiose la cera, el algodón
de la vela -la vida- tan común
de este ser con entrañas de betún,
un cacique extremeño comodón.
Derrochó tantos años al tuntún
entre enredos y faldas, de fardón
y acabó contra un duro paredón,
enlatado en su coche tal atún.
Dos campanas transmiten sin nigún
escozor la noticia en su din-dan
que este edén abandona don Adán
tras hacer tanto mal al bien común.
Wenceslao Mohedas Ramos
(*) Poema publicado en la antología
"Extremadura desde la ausencia"
que edita la Junta de Extremadura.
