TALAVERUELA: Y puede que la morriña...

Y puede que la morriña
no le entre a quien la diña
y menos, si es en la viña.

Y no comería fradiños
ni sentiría ya el cariño
tal como lo siente un niño.

Y las niñas no irían tan arregladiñas
ni las seguiría Pepiño
pendiente de sus corpiños.

Y si la envidia fuese tiña
y tiñosos y tacaños
gruñéramos por los aledaños
si hacer mucho daño

Y también por las mañanas
nos quitaríamos las legañas
usando el caldo de unas cañas
o un trapo de buen paño
con el que me apaño.

Y no pasarían los años
ni a las arañas diríamos
los del Almendral, morgaños.

Y menos hogaño,
con agua tus cuatro caños
hechos con algo de estaño.

Y no tendríamos castaños
y los cañones sin cureña
los dispararían los maños

Salud.