Acabo de llegar.Se respira un aire fresco y renovador.Estoy en un
pueblo pequeño y tranquilo.Las
calles huelen a sencillez.Las luces salen del interior de las
casas por donde paso.Me imagino a las gentes del lugar sentadas alrededor de las camillas, charlando sosegadamente, sin prisas.Sí, debe ser así, en un
rincón tan mágico como éste no puede ser de otra manera.También imagino a los convecinos charlando por las mañanas en las
puertas de sus casas con el primero que pasa y le da los buenos días.Pero...
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