¡Qué buena tarde!
El sol se despide con tristeza de las viñas de la sierra con la firme promesa de volver al amanecer con su calor maternal que todo lo envuelve.
Las encinas deslumbradas le ven ocultarse en el horizonte y con cierta pesadumbre dan la bienvenida a la suave brisa que anuncia el ocaso.
Saludos desde el pueblo.
Oropéndola.
El sol se despide con tristeza de las viñas de la sierra con la firme promesa de volver al amanecer con su calor maternal que todo lo envuelve.
Las encinas deslumbradas le ven ocultarse en el horizonte y con cierta pesadumbre dan la bienvenida a la suave brisa que anuncia el ocaso.
Saludos desde el pueblo.
Oropéndola.