Cuando yo era pequeña, me alucinaba la vida del
pueblo.Veía, en los 10 ó 15 dias de las vacaciones allí, como toda la gente se saludaba por la
calle, se entretenía sin prisa charlando con el vecino y sobre todo me impresionaba el que todo el mundo supiera el nombre de todo el mundo.
Ahora, adulta, sigo viendo eso cuando voy, pero ahora, adulta, tambien veo el precio que eso tiene (¿nada hay sin precio, ni siquiera lo que no tiene valor?)
Es alto, es caro.Es el no tener privacidad (de cierta manera)ni
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