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MONROY: Oficios singulares, los molineros. El molinero era...

Oficios singulares, los molineros.

El molinero era un simpático personaje; en la época invernal o en primavera, tras poner a punto su molino, dedicaba muchas horas a triturar los cereales que entonces se cosechaban por esta zona. Aprovechaba la fuerza del agua de simbólico Almonte, para mover mediante curiosos engranajes, poleas etc., la rueda o piedra que convertía el grano en harina y servía para hacer pan o de pienso para el ganado.
Al molino por los años 50, acudíamos personas de todas las edades y condiciones sociales, tanto de Monroy, como de las fincas del entorno. Mientras esperábamos turno para moler, se organizaban amenas tertulias, siempre acompañadas por el agradable ruido que producía cuando estaba en funcionamiento. En definitiva, era un lugar emblemático tanto por su ubicación como por el servicio que prestaba.
Sus molineros, los “tíos Aquilino y Encinas”, unos artistas, pues además de la excelente harina que elaboraban, con su pequeña barca de remos, nos cruzaban el río en las épocas de grandes crecidas a los que residíamos en la orilla opuesta.
Aunque ahora con la tecnología, puede que el molino parezca un edificio anticuado o en desuso, no debemos olvidar cuanto significó y la utilidad que tuvo en su día, sólo por ello se deberían rehabilitar para convertirlo en museo que puedan ser admirados por generaciones venideras, pues son reflejo de una época ya lejana de nuestra historia; no puede ser anegado por el embalse que quieren hacer.
Sixto.