Esta tarde cuando las sombras invadan nuestras calles y la luna se asome tras la torre del homenaje cruzaré la plaza del pueblo. Tomaré aire profundamente y sentiré el olor que desprenden las chimeneas bajo las que arden fuegos con leña de encina. Pensaré en aquellas personas que se encuentran atascados, dentro de sus coches, con la musica a todo volumen, y, entonces, y sólo entonces, amaré el silencio que me envuelve.
Paraiso de paz, Oh, Monroy, que bien sienta tu silencio.
Castúo.
Paraiso de paz, Oh, Monroy, que bien sienta tu silencio.
Castúo.