GARROVILLAS: Se asombraba un japonés...

Se asombraba un japonés
al ver,
que en su infancia
todos los niños
de Irlanda,
pensaran en irlandés.

¡Arte diabólico es!
Dijo abriendo sus ojazos,
pues para que se de este caso,
uno de los de mi lugar
llega a viejo y lo hace mal.

Escrito un caluroso día del estío del año en curso y dedicado con todo cariño a Asun,
de yo.
El duendín de los verdes prados y los alcornoques sagrados.
Salud.