Renuncia
Esta tarde la vida recoge su aparejo
Y al tiempo que la soledad declina
Mi casa amplía su tacto con la sombra.
He llegado.
Un gran silencio tuve por toda recompensa
Y fue bastante.
Yo nunca busqué más ni a más aspiro
Ahora que he aprendido que vivir
Es ir dejando cosas
Y gentes que jamás serán las mismas
Si vuelven algún día.
Ahora vivir será gastar las horas
En la leve penumbra de esta casa,
Mirando a los vencejos volar y renovarse
Al final del invierno.
La vida son recuerdos que juegan con nosotros,
Las batallas perdidas, los momentos ganados,
La noche de esta noche, los versos del poeta:
"Hoy es mi reino esta tierra de nadie
Y el puerto enciende sus luces para otros".
Javier Rodríguez Marcos.
Esta tarde la vida recoge su aparejo
Y al tiempo que la soledad declina
Mi casa amplía su tacto con la sombra.
He llegado.
Un gran silencio tuve por toda recompensa
Y fue bastante.
Yo nunca busqué más ni a más aspiro
Ahora que he aprendido que vivir
Es ir dejando cosas
Y gentes que jamás serán las mismas
Si vuelven algún día.
Ahora vivir será gastar las horas
En la leve penumbra de esta casa,
Mirando a los vencejos volar y renovarse
Al final del invierno.
La vida son recuerdos que juegan con nosotros,
Las batallas perdidas, los momentos ganados,
La noche de esta noche, los versos del poeta:
"Hoy es mi reino esta tierra de nadie
Y el puerto enciende sus luces para otros".
Javier Rodríguez Marcos.