Retablo de excelente calidad y barroca
arquitectura presidido por la imagen de
San Juan Bautista acompañado del cordero bajo sus pies. Cordero que alza la cabeza para mirarlo fijamente. Se encuentra flanqueado San Juan por las tallas de San Blas, a su derecha, y San Ramón Nonato, a su izquierda, las cuales presenta una extraordinaria policromía. Son todas imágenes que pudieran estar relacionadas con talleres madrileños de la década de 1730. El retablo se colocó en el año 1734 destacando en el mismo las
columnas salomónicas, su recargada ornamentación vegetal así como los estípites en sus extremos.