LLego otra
noche, después de un largo día
y siento que estoy triste, pues extraño... extraño tanto
tu ternura, tu piel, tus caricias, tus besos.
Madre, a pesar de que ya no estas aquí;
aún conservo la fragancia de tu cuerpo;
tu risa, tu alegría, tu inmenso amor.
Yo te recuerdo más que nunca y
mi corazón te busca.
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