Paisajes maravillosos,
Recios como la sangre extremeña
Verdes como la pureza de sus corazones
Azules como las aguas tiernas
Que alimentan sus esperanzas
Cañamero, de caza y tintos
De tabernas y hosterías enmaderadas
Con aventuras de voz en cuello,
Alegria ingenua de quien no debe,
Amistad franca de sus gentes puras.
Lima, 11 de Febrero del 2006
Roberto Cañamero.
Recios como la sangre extremeña
Verdes como la pureza de sus corazones
Azules como las aguas tiernas
Que alimentan sus esperanzas
Cañamero, de caza y tintos
De tabernas y hosterías enmaderadas
Con aventuras de voz en cuello,
Alegria ingenua de quien no debe,
Amistad franca de sus gentes puras.
Lima, 11 de Febrero del 2006
Roberto Cañamero.