ayel andubimoh pal vá y andubimoh arregrando papeleh y luego pasemoh pol presencia y moh alampamoh a visital a doh enfelmoh del puebro el cabezo. Loh encontramoh bien graciah a dióh y al de lah balbah que siempre mot protege mah la impresión fué que damboh doh sin necesidah de alta médica a la que habieran podio ec-capal se me presentan ac-cape en el puebro el cabezo ANDANDO. Tan eh asi que me recolde de la tia maria el tio santoh, la señora subia pa salamanca a argun evento familiah y vet-tia al mah puro et-tilo de lah mujereh del puebro cuando salen forat-terah peltrechá con el su borso en cuanto que llegaba la hora o momento de que sabian de que ese día su hijo le habia dicho ET-TA TALDE VOH ABAJO PAL PUEBRO MADRE ya entraban en et-tao febril y ya no aposentaban ni acalugaban y se sentaban a la sobremesa (ya con el borso telciao y sin quital-lo) y aunque el que tenía que abajal-loh et-tuviera a gut-to y le dijera aguardaiboh madre que ahora vamoh. La madre no hacia sino que ca cinco minutoh le dejaba caéh QUE LUEGO SE MOH HACE TALDE y si acaso el otro le decía PUÉH QUEDAIBOH Y MAÑANA ABAJAMOH la otra lo miraba y se nubraba el cielo polque ella et-taba deseosa de il pa la su viña a ajechal el topo o a echal unoh criaeroh o a atendel la mula, no veh, loh antiguoh.