hoy met-tao acoldando de un día que el jerrero de buena mañana sabia encocao y no lo daban subio pa casa polque no podían con él con la tulca que tenía y fidel cat-tro no tuvo mah remedio que sental-lo en un carro de mano y empujandolo la calle arriba lo embocó pa la su casa que parecía el jerrero como una aparición o como el papa con la su cara de felicidá plena echando vendiciones.