Querida C.G., mis fuentes son públicas, contrastables y al alcance de cualquiera que tenga algún interés en conocer su historia y sus raíces. No son monopolio de nadie, ni privativas de una sola persona. En cualquier caso se trata de información, no opinión ni literatura; si así fuera lo expresaría claramente para no confundir a quienes leen y escriben en estas páginas. M.M.