A partir de febrero, algunos años, por las tardes teniamos clases extraescolares que consistian en preparar ejercicios y tablas para celebrar el 30 de mayo, dia de la Juventud, aunque me he preguntado muchas veces, si no celebrabamos el santo del alcalde de aquellos años. Ese dia, con nuestra camiseta blanca de tirantes y nuestras calzonas azules eramos el deleite del pueblo. Al finalizar nos colocabamos nuestras gorras de plato de la O.J.E y Manolo, el fotografo, se encargaba de inmortalizar el momento. Volviendo a la escuela, he de decir, que nuestra adquisión de conocimientos y en la gran mayoria de los casos, no la comtemplabamos con vistas a un futuro lejano sino como algo obligatorio que dia a dia habia que cumplir y que con 14 ó 15 años obtener un titulo y empezar a trabajar en la mayoria de los casos, en el oficio de los padres. Solo podian irse a estudiar algunos que sus padres tenian cierta solvencia economica o una oportuna beca te permitia estudiar interno en algún lugar; o por causalidades de la vida, con esa edad me toco emigrar a la capital y aqui, poder seguir estudiando gratuitamente.