Queridisimos conteltulios, el mi americano C. V. G. D. M. A., el mi elisardo C. V. G. D. M. A. Y C. M. B., nebros, jositos, chocolateros, loberi di juldi y tantos otros...
luego de et-tal mah de ocho diah, que lo e dao en pensal y en llegando a la concrusión de que aunque hay que cuidah la salú del alma, viendo asi mismo infinidad de ejemplos de cuan importe tambien es cuidar la salud del cuerpo: sin ir mas lejos viendo esa estampa mistica y ese halo del hermano diacono Eliseo, sin atomo de grasa en el su cuelpo, amen de otros que venerando a su cuelpo lo han hecho cuasi santuario de grandisimas virtudes, amen de la prestancia que siempre nos caracterizó... Nos el barón de ladrillá hemos decidido PONERNOS A RÉGIMEN. Cuan doloroso es queridisimos contertulios este tránce por el que voluntariamente nos sometemos, cuan penosa es su régula, que llegado el punto no nos pelmite ni dormir. Asi pues en el año de gracia de dosmil y catorce estando en los veinte del mes de mayo, principiamos este calvario para mayor honra y engrandecimiento de la patria juldana.
no digo más que hoy para comer, tristemente, me tuve que confolmal con dos guevos fritos con unas patatas fritas, medio pan y si acaso doh vasoh de vino, que no viendo fin a la amargura de una comida tan frugal, tan solo pude consolarme con media docena de peceh que tenía en ec-cabeche y de pot-tre medio prato de cerezah, TAN ANGUSTIOSA ES ESTA NUESTRA ESISTENCIA que si no fuera por la prestancia, el aderezo y el estar a la altura, volvia llo a lo de anteh aunque et-tuviera amazizao y gordo y colorao que eh cuando llo era felih y andaba como el macho lah cabrah y no como ahora que anda uno mut-tio y apesadumbrao de la jambre y lah et-trecheceh, velai
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