La Virgen de la Luz es la madre de todos los arroyanos. Es Virgen venerada, adorada y querida por todo el pueblo de Arroyo de la Luz. En sus principios, a la virgen se la conocía como la Virgen de la Lucena, y no es hasta comienzos del siglo XVI cuando pasa a llamarse como Virgen de la Luz, que es como todos la conocemos hoy en día.
El día de la Luz se celebra el Lunes de Pascua. Por la mañana, jinetes y demás arroyanos acuden a la ermita de la Luz para pedir protección a su patrona. La Virgen sale de la ermita y se le pide protección y amparo para todos los que van a correr a caballo toda la Corredera. Después, la Virgen se recoge de nuevo en la ermita. El jueves de esa misma semana, la Virgen de la Luz baja al pueblo para permanecer junto a sus hijos durante nueve días en la parroquia de la Asunción. Al terminar el Novenario, la patrona regresa a su ermita de la Luz. Al día siguiente de la vuelta, se celebra la esperada romería. Multitud de arroyanos pasan un bonito día de campo junto a su patrona. Por la mañana, la Virgen de la Luz sale en procesión alrededor de su ermita; dirige una última mirada a su pueblo antes de dar la vuelta y recogerse.