Humo, ARROLOBOS

Estampa típica de un claro día de invierno.
Canción, fábula un tiempo, y caso agora,
de una cierva doliente, que la dura
flecha del cazador dejó sin vida,
errad por la espesura
del monte que de gloria tan perdida
no hay sino lamentar su desventura.
Vuelve, cuitada, vuelve al valle donde
queda muerto tu amor, en vano dando
términos desdichados a tu suerte.
Morirás en su seno, reclinando
la beldad, que la cruda mano esconde
delante de la nube de la muerte.
Que el paso duro y fuerte,
ya forzoso y terrible,
no puede ser posible
que le excusen los cielos, permitiendo...
Con todo el AMOR de tus hijas y nietas-os, para que sigamos disfrutando del CALOR de tu presencia. NO HAY NADA MAS GRANDE QUE EL AMOR DE UNA MADRE.