Quien puede olvidar el lugar donde su madre lavaba la ropa - no habia entonces lavadoras; y lo olvidas mucho menos si en uno de los dias de lavado, eres chico enredas entre las piedras y levantas una. Así hacia yo y un señor alacrán que estaba debajo y no le gustó tanto que le quitara la vivienda me dió su aguijonazo en la planta del pie. Cuatro dias estuve con calenturas muy altas y mis parientes me aplicaban sanguijuelas y me ponian como apósitos unas hierbas machacadas, cuyo olor aún hoy me levanta dolor de cabeza (no sé que clase de hierbas eran).