Vieja gloria de casa, ALCANTARA

Alcántara

En el epicentro del Parque Natural Tajo Internacional

Alcántara significa “el puente” y no en vano, junto a esta localidad próxima a la frontera portuguesa, se halla su famoso puente romano sobre el río Tajo. Fue declarado Monumento Nacional en el año 1924 y tiene una altura superior a los 70 metros. Data del siglo II d. C. y su porte y excelente estado de conservación hacen que sea un lugar de obligada visita.

Podemos llegar a Alcántara tomando la carretera EX-207 a la salida de Malpartida de Cáceres. Se trata de una localidad con un importantísimo valor histórico y patrimonial pero que al mismo tiempo está en el corazón del Parque Natural Tajo Internacional, cuyo centro de recepción se encuentra en ella.

Muy cercana a Alcántara está Piedras Albas. Antiguamente fronteriza y aduanera, toma su nombre probablemente de los crestones de cuarcita de su término. Es también un enclave con un valor patrimonial importante, destacando la calzada romana que unía Córdoba con Oporto y que pasa por la dehesa boyal hacia el puente romano de Segura sobre el río Erjas.

El puente de Alcántara es un interesante lugar para observar las aves que se cobijan entre sus vetustas piedras. En ellas nidifica el avión común, que ha instalado una bulliciosa colonia en sus arcos, mientras que el vencejo común y el vencejo real aprovechan los huecos y fisuras que el paso del tiempo ha ido horadando.

También se dejan ver en sus pilares o en los roquedos cercanos la collalba negra, el colirrojo tizón, la grajilla y la paloma bravía. En sus aguas destacan las poblaciones de barbo común y de boga de río, aunque últimamente están despertando el interés entre los pescadores las capturas de especies alóctonas como el siluro o la lucioperca.

Desde el puente romano, en dirección a Piedras Albas, podemos detenernos en la cantera de Alcántara, un profundo foso que fue excavado para obtener rocas para la construcción de la presa, creando una zona húmeda artificial con escarpados cantiles. En ellos nidifican la cigüeña negra y el alimoche, pero además es una concurrida zona de baño en verano con el atractivo de estar enclavada en un paraje singular.

La Cañada Real de Gata une Estorninos, Piedras Albas y Zarza la Mayor y discurre paralela al curso del Erjas entre afloramientos de granito, dehesas de encinas y pequeños arroyos. Declarado LIC, es un curso fluvial apenas transformado por la mano del hombre, cuyo cauce discurre por angostos valles y presenta curiosas marmitas de gigante en algunos tramos.

Sus orillas se pueden recorrer desde la localidad portuguesa de Segura o desde Salvaterra do Extremo, situada frente al cañón del Erjas. Desde aquí, admira el castillo de Peñafiel, en la orilla española, un pintoresco paraje donde los buitres leonados, la cigüeña negra o el águila perdicera encuentran refugio en sus inexpugnables cantiles.