la iglesia de Santa Maria Magdalena, VILLARTA DE LOS MONTES

Todas las tardes cuando saliamos de la escuela mis amigas y yo nos ivamos a jugar alas caras de la iglesia. La puerta estaba encementada con cemento mu fino y en el invierno que alli no daba el sol, aquello estaba helao y resbalaba de cojones, pero nosotros alli todas las tardes con el cacho de pan untado de tulicren, que que malo estaba el unte pero como no habia para nocilla pues tulicren. Saltabamos ala comba, como el suelo estaba rresbalaizo, no arreabamos cada golpe, llegavamos a cas señalas y luego encima un buen bofeton por no haber tenido cuidado. Esperabamos a Don Pedro a que abriera la iglesi y ala a espiarle, que malas eramos, la gloria, la mari del correo, la maria elena, la mari la gorda y yo. Bonitos y felices recuerdos de la ñiñez