De ingratos está el mundo lleno, decía mi madre, hace un montón de años, cuando alguien ignoraba el bien que se le había prodigado. Francisco de Quevedo, lo decía de otra manera: Quien recibe lo que no merece pocas veces lo agradece”. Dale Carnegie, quizás para prepararnos para las tristes sorpresas que nos da la vida, tiene una expresión oportuna. Esperar gratitud de la gente es desconocer la naturaleza humana.
¿Es cierto que la ingratitud es parte de la naturaleza humana?
Es triste que haya ingratos. Y lo más triste es que las personas generosas, nobles y amables reciban la ingratitud como un dardo traidor que les taladra el alma.
Que calor.
¿Es cierto que la ingratitud es parte de la naturaleza humana?
Es triste que haya ingratos. Y lo más triste es que las personas generosas, nobles y amables reciban la ingratitud como un dardo traidor que les taladra el alma.
Que calor.