Cuando has vivido ayi siempre y has tenido que marchar, siempre te quedan ganas de volver; por muy cansado que tre sea el viaje o por poco tiempo que tengas que estar ayi. El
pueblo es excepcional: la
pesca, la
caza, la tranquilidad, la
fiesta, el descanso, la gente. En ningun otro lugar encontraras lo mismo.
Lo único que falta es un ocia alternativo para los jóvenes, sobre todo en los
inviernos, donde el número de "forasteros" es menor; que tome nota el
ayuntamiento o a quien corresponda:
cine,
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