Haz el bien, y no mires a quién.
Haz ruido y sacarás partido.
Hermano ayuda y cuñado acuña.
Hija enlodada, ni viuda, ni casada.
Hijo de padre pobre, justo es que mucho lo llore, hijo de padre rico, llorándolo tantico.
Hijo no tenemos y nombre le ponemos.
Hinca el pico, igual el feo que el guapo, y el pobre que el rico.
Hombre bien hablado, en todas partes bien mirado.
Hombre de dos caras, arredro vaya.
Hombre infamado peor que ahorcado.
Hombre que el bien no agradece sólo el desprecio merece.
Hombre sin vicio ninguno, escondido tendrá alguno.
Hortelano tonto, patata gorda.
Hoy te quiero más que ayer, pero menos que mañana.
Humano es el errar y divino el perdonar.
Huyendo de la sartén dio en las brasas el pez.
Ignorante y burro, todo es uno.
Inclinar la balanza.
Ingrato, el volver mal por bien tiene por trato.
Intimidad, con ninguno; trato, con todo el mundo.
Ir a amarrar el zorro.
Ira sin fortaleza, no vale ni media cereza.
Ir por lana y volver trasquilado.
Jabón e hilo negro, todo es para la ropa.
Jamón y chorizo, ahora es acertijo.
Jaulas y cárceles, ni para los ángeles.
Joven es quien está sano, aunque tenga ochenta años, y viejo doliente, aunque tenga veinte.
Judío para la mercadería y fraile para la hipocresía.
Jugador de mingo, pagador de mesas de domingo a domingo.
Jugar la vida al tablero.