Compramos energía a futuro

SAN PEDRO DE MERIDA: El peje que olió el señuelo, ya no se traga el anzuelo.

El gallo desde que es chico, busca el grano con el pico.

El gallo donde canta come.

El gallo que ya no canta, está mal de la garganta.

El gañán y el gallo, de un año.

El ganar es ventura y el conservar, cordura.

El gozo en el pozo.

El hable es plata, el silencio es oro.

El harto no se acuerda del "farto".

El hijo que sale al padre, saca de duda a la madre.

El hombre, como el oso, cuanto más feo más hermoso.

El hombre está hecho para el trabajo y el ave para volar.

El hombre pone y la mujer dispone.

El hombre sin honra, más hiede que un muerto.

El ignorante a todos reprende y habla más de lo que menos entiende.

El injustamente alabado, entiende que es engañado.

El joven se hincha para vivir y el viejo para morir.

El labrador que quiera empobrecer, a sus criados deja de ver.

El lobo, harto de carne, métese a fraile.

El mal año entra nadando.

El mal llama al mal.

El mal tiempo trae bienes consigo: que huyen las moscas y los falsos amigos.

El más cruel fastidio, no vale un suicidio.

El mayor de los pesares es arar con borrico los olivares.

El mejor médico es el carnicero.

El melón y la mujer, son difíciles de conocer.

El mono sabe el palo al que trepa.

El muerto a la sepultura y el vivo a la travesura.

El mundo da muchas vueltas.

El niño sin hacer trabajo, da mucho trabajo.

El ofrecer no empobrece, es el dar lo que aniquila.

El pan comido, hace al que lo da amigo.

El peje que olió el señuelo, ya no se traga el anzuelo.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
El perro de buena raza hasta la muerte caza.