SAN PEDRO DE MERIDA: Como la manzana, por dentro podrida, por fuera sana.

Foso y vallado, buen cercado.

Mal acaba quien mal anda.

Cada cual siente sus males y Dios siente los de todos.

Cada día tiene su refrán y su afán.

Cada hijo de vecino tiene sus hechos por padrino.

Cada necio quiere dar su consejo.

Cada puerta va bien en su quicio, y cada uno en su oficio.

Cada uno canta como le pagan.

Cada uno es artífice de su ventura.

Cada uno quiere llevar el agua a su molino y dejar en seco el del vecino.

Cae más rápido, un hablador que un cojo.

Caldo de gallina y precaución, nunca dañaron ni ha hembra ni a varón.

Callar y callemos que todos de barro semos.

Calvo, y no de tiña, tuerto, y no de nube, mala costumbre

Camino comenzado, medio andado.

Canas son, que no lunares, cuando comienzan por los aladares.

Cantando y cantando, las penas se van aliviando.

Capón de ocho meses, para mesa de reyes.

Carga que con gusto se lleva, no pesa.

Carnero, comer de caballero.

Cartera y reloj, el sueño del ladrón.

Casa de esquina, ni la compres ni la vivas.

Casa donde manda la mujer, no vale un alfiler. Pero las hay por doquier.

Casa labrada y viña heredada.

Casamiento y señorío, ni quieren fuerza ni quieren brío.

Casa sin gobierno, disgusto eterno.

Casa y potro, que lo haga otro.

Cazador, mentidor.

Centeno en polvo, cebada en lodo y trigo en todo.

Chapucea el chapucero, mala obra por buen dinero.

Chico de plaza, chico de mala raza.

Chofer que mucho acelera, se rompe la calavera.

Cielo empedrado, a las veinticuatro horas mojado.

Claridad, y no en el caldo.

Codicia mala a Dios no engaña.

Comamos manzanas todo el año y la enfermedad sufrira un desengaño.

Come, que de lo tuyo comes.

Comer sin vino es miseria o desatino.

Comida de aldeanos, sin manteles, pero mucho y sano.

Como canta el abad responde el monaguillo.

Como la manzana, por dentro podrida, por fuera sana.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Como quien no quiere la cosa, y la cosa queriendo.