Compramos energía a futuro

SAN PEDRO DE MERIDA: Las cosas caen por su propio peso.

Los aires agitan muchachas bonitas

La mano te mueve,
el aire desplazas.
Mi amor se respira,
cuando tu trabajas.

Derramar vino, buen desatino; derramar sal, mala señal.

Muchas veces los amos son los mayores sirvientes en la casa.

Con lo que Juan mejora, Pedro empeora.

Contra un padre no hay razón.

El que coge la zorra y la desuella, ha de saber más que ella.

Irse con la música a otra parte.

De los hombres se hacen los obispos.

En la necesidad se conoce la amistad.

En la mesa y en el juego, se conoce al caballero.

Agrada, quien manda.

Abanico de bolillo

Viento bordado

Aire con prestancia siempre en abundancia

Abierto el encaje que el viento trabaje

La mano firme y abanico de brocado, mueven el aire de terciopelo blanco

La rubia de la panadera, que con el calor del horno se quiere poner morena.

Las cosas caen por su propio peso.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
A grandes cautelas, otras mayores.