La sencillez y la fuerza poderosa de mí tío Pedro y su señora, son tan fieles a mi alma, que su recuerdo permanece fijado a mi corazón como si estuviera esculpido en granito.
Mis primos y hermanos, Pedro, José y Isidra, viven fuera del
pueblo.
Unos en
Alicante, otros en
Madrid y otros en
Barcelona.
Ellos saben bien que aunque nos veamos muy poco tienen un
amigo eterno y fiel en su primo Críspulo.