Queridísimos chorizos, defraudadores y delincuentes en general:
¿Tienen ustedes problemas para blanquear dinero?, ¿Ha estado usted los últimos años trabajando en la economía sumergida y no sabe que hacer con el dinero que no ha cotizado a la Seguridad Social?, ¿Es usted un narcotraficante arrepentido?, enhorabuena, nuestros amados políticos, esos que simulan haciendo como que gobiernan en beneficio de todos los pobladores de casi todo el territorio nacional de las Españas, islas de ambos lados del Estrecho y ciudades autónomas africanas incluidas, si cualquiera de ustedes muy dignísimos representantes de su diversas hermandades les preguntan que si están a favor de establecer en “este País” paraísos fiscales, verán que les contestarán con el mas rotundo de los noes, o sea, NOOOOOOOOOOO, ni hablar, y luego se extenderá en una retahíla de consideraciones en las que les bañarán a ustedes ¡oh seres casi tan o más honorables que ellos!, con lo más florido de su repertorio de moralina barata y monsergas varias.
Pero, si viene a esta colonia americana de este lado del Atlántico un señor que se ha hecho a sí mismo luchando desde su mas tierna infancia contra los más arteros, maquiavélicos y desalmados diablos que reinan en ese submundo tan impoluto y limpio de vicios y corrupciones y que tiene su sede central en esa ciudad del plástico y las luces de neón denominada Las Vegas y dice que; quiere gastarse aquí un poco de esos sus dineros ganados como todos sabéis de manera tan decente y quizá, con la sanísima y muy loable intención, de limpiarlos una miaja para que el fisco de yankilandia siga mirando para otro lado, veréis cómo todos nuestro también muy honorables políticos, pierden el culo corriendo a su encuentro para ofrecerle unos terrenitos baldíos con los que no sabían qué hacer, con la finalidad de que el susodicho luchador contra las fuerzas del mal, edifique en ellos una ciudad en la que rija su ley. Aparte de toda norma al uso en este viejo continente. O sea, la que él diga y punto.
Esa ciudad será un paraíso en el que se podrá uno gastar todo lo que quiera y lo que no quiera también, en lo que quiera, cuando quiera, con quien quiera y como quiera y, a ella podrán entrar sin cortapisa alguna, esos señores y señoras que nuestro amado Partido de los Privilegiados, cuyos miembros y miembras nos desgobiernan como Dios manda, acaban de indultarles el o los delitos por ellos cometidos antes para obtener la mayor cantidad de pasta gansa posible y ponerla a buen recaudo en otros paraísos ya en funcionamiento con la intención, boba, eso es claro, de que pongan su guita en circulación o, si ellos quieren, la guarden en bancos españoles y, a cambio y además del indulto a su o sus delitos, le dan diez euros de cada cien que ellos hayan defraudado para que, afloren a la luz de ese ojo de la Hacienda Pública cuya mayor virtud es ver los errores de los que tienen una nómina y cobrarles por ello precios astronómicos de la miserias que obtienen mensuales y a cambio de trabajar como mulos para que ganen más, esos a los que ahora indultan.
Con mucho amor, de vuestro afectísimo y seguro servidor que os aguanta porque no tiene otro sitio donde irse a vivir los cuatro telediarios que le quedan (y además telediarios mas parecidos al Parte, de los de los PePitos Piscinas) porque hasta la TVE están ya percudiendo.
Salud.
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