MONTERRUBIO DE LA SERENA

Habitantes: 2.830  Altitud: 557 m.  Gentilicio: Monterrubianos 
Hoy amanece en MONTERRUBIO DE LA SERENA a las 08:10 y anochece a las 20:42
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Situación:

La villa de Monterrubio se localiza en el extremo oriental de la provincia de Badajoz, enclavado en la histórica comarca de La Serena, muy próximo a su límite con las andaluzas y cordobesas tierras de Los Pedroches.

Son aproximadamente 313 km2 con los que cuenta su heterogéneo término municipal, que agrupa grandes extensiones de serranía (Sierra del Oro) y de llanuras, en las que se intercalan a su vez diversos cursos fluviales como río Lobo, el arroyo Benquerencia o el fronterizo río Zújar, afluente del Guadiana. Sin duda alguna destacan las enormes extensiones dedicadas al cultivo del olivar, que nacen en los llanos para conquistar los más altos picachos de su serranía. No conocemos el origen del nombre de Monterrubio; corria una versión de que en el lugar habia costumbre de correr o saltas con caballos; y a alguien se le ocurrió pedir que montara un caballista llamado Monterrubio, y en obras realizadas en el caserón del Ayuntamiento, aparecieron unas copas como trofeos de competiciones hípicas y puede que de aquel caballero venga el nombre.-

Monumentos:

En el entramado urbano de la villa destaca sin duda la iglesia parroquial de Nuestra Señora de Consolación, una obra acabada hacia el siglo XVI que conjuga diversos estilos arquitectónicos, como el gótico y el mudéjar, impregnados de un carácter popular. En su interior nos encontraremos interesantes muestras de arte religioso, y en el exterior, además de tres hermosas fachadas de buena labra, es digna de destacar la torre campanario, que se levanta airosa y elegante a los pies del templo. Continuando con los monumentos de carácter religioso, hay que señalar la ermita de Los Cuarenta Mártires de Sebaste, una construcción de marcados rasgos populares, terminada en el siglo XVIII, de una sola nave, con una sencilla portada en la que se aprecia la cruz de la orden de Alcántara labrada en la clave del arco, y sobre la misma una pequeña espadaña. Otra ermita es la dedicada a San Isidro, enclavada en un paraje cercano a la localidad, una construcción del pasado siglo y remodelada recientemente. Así mismo, cabe mencionar un crucero datado en el siglo XVI.

Por otro lado, son numerosas las muestras de arquitectura civil existentes dentro y fuera del núcleo, como son diversas casas solariegas concentradas en los aledaños de la plaza de España, como la Casa del Cordón, y algunas casas localizadas en diversos parajes del término municipal, de las que sin duda destaca la Casa Grande del Bercial, construcción del XVIII, que perteneció en su día al Marqués de Perales.

Otros lugares que visitar son los bellos parajes de la Fontanica, la Ribera, y el Pilar, donde podemos encontrar un epígrafe romano, muestra del pasado de la villa.

Fiestas:

El 2 de Febrero se celebra la Candelaria.

Por Febrero llegan también los Carnavales, con una rica mezcla entre la alegría y alboroto de las chirigotas, y el buen comer de los fogones monterrubianos.

La Semana Santa es otra festividad peculiar, donde además de las procesiones se incluye una representación popular de la Pasión.

La Cruz de Mayo, que se centra en la velada del 2 al 3 de Mayo y días sucesivos, con la visita a las hermosas "cruces" que los vecinos instalan en diversos puntos de la localidad.

A primeros del mes de Mayo se celebra la Traída de San Isidro, una pequeña romería en la que la imagen de San Isidro es llevada a la localidad el Sábado anterior al día 15.

San Isidro, el 15 de Mayo, cuando se celebra una popular romería dedicada al patrón de los agricultores y por lógica de nuestro pueblo.

El Corpus, es otra de las hermosas tradiciones de nuestro pueblo en la que se levantan altares y se adornan las calles por las que discurre la procesión del Santísimo.

Por último, al finalizar el verano Monterrubio vive intensamente la feria y fiestas en honor a su patrona, Nuestra Señora de Consolación, que se inician el día 1 de Septiembre hasta el 6 del mismo mes.

Historia:

Se cree que su origen está en el antiguo asentamiento de Alcantarilla. Como las restantes localidades del entorno, su fundación, impulsada por la Orden de Alcántara, data de la época medieval, habiendo sido en sus orígenes aldea de Benquerencia bajo la jurisdicción del Priorato de Magacela.

La tradición establece el origen del pueblo en una asentamiento anterior en el lugar de la Alcantarilla, hoy término de Belalcázar; la tradición oral, y diversos autores de épocas pasadas se han referido a ello, y han dejado constancia por escrito de lo que pudo ser el origen de Monterrubio, cuando Alfonso IX, en sus andanzas camino de la reconquista de Andalucía, mandase destruir un castillo situado en los referidos parajes ante la negativa de sus moradores a dar cobijo al rey y a sus tropas.

En el siglo XVIII, Ortíz de Tovar nos habla de una fundación por el maestre de la orden de Alcántara don Pedro Yañez hacia el siglo XIII. En un principio, Monterrubio aparece como una aldea dependiente de Benquerencia de la que posteriormente se desvincularía adquiriendo la categoría de villa.

Pese a ello, son numerosos los testimonios que dejan ver una ocupación temprana de estos parajes, incluso algunos que nos sitúan en la Prehistoria; sin duda, los más numerosos se encuadran en la dominación romana, con la existencia de diversos epígrafes o lápidas funerarias. De época visigoda no se han encontrado indicios de población al igual que sucede con la etapa musulmana, salvo algún que otro topónimo que nos ha llegado hasta nuestros días.

Con el paso del tiempo, la villa fue creciendo y desarrollándose hasta llegar al presente sin acontecimientos dignos de mención o que por lo menos se conozcan, salvo los desgraciados episodios referidos a la Guerra Civil de 1936 a 1939, período en el que la población sufriría los avatares de la contienda dado que se encontraba en las inmediaciones de lo que fuese importante "frente" de guerra. En el Juzgado habia unos pliegos que formaba el Cura, en los que se relacionaban los caídos en el frente, describiendo el cadáver, su vestimenta y objetos que llevara encima, como cartas anillos y todo detalle que pudiera servir para su identificación; también a algunos los papeles los metia en una botella que se enterraba junto al cadáver, en los años que yo fuí Secretario del Juzgado, acudieron de distintas partes de España para averiguar si aparecía en dichos papeles un familiar suyo que en la guerra había desaparecido.