Capitel encontrado en los enterramientos de la basílica de Santa Eulalia, MERIDA

Eulalia de Mérida, Santa. Mérida (Badajoz), 292 – c. 304. Mártir y santa. Desde el 284 el emperador Diocleciano pone fin a la crisis política con la Tetrarquía o “gobierno de cuatro emperadores”, con la que se otorgan las provincias hispanas a Maximiano. Eulalia nace en el seno de una familia patricia hacia los primeros meses del año 292. El primer documento lírico-histórico conservado es el Peristephanon de Aurelio Prudencio Clemente (348-410), quien compone el himno III para ser recitado en Emérita hacia el año 400, a pocos años del martirio, que debió de ser sobre el año 304. Desde la estrofa tercera a la octava describe su eximia santidad, su amor a la castidad, su desprecio de la vida matrimonial, su despego a los juegos pueriles y su ansia de dar la vida por Cristo. Por último, afirma que sus progenitores la llevaron a una villa rural para preservarla de la persecución. Eulalia sale de noche, se presenta ante los lictores y se entabla un diálogo, que termina rechazando a los falsos dioses. En el foro sufre dos tormentos —los garfios y la hoguera—, como pena capital.
(23 de Abril de 2019)